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El trabajo esencial

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La vida no existiría sin el trabajo.

Venimos a este mundo gracias a un trabajo: el trabajo de parto de nuestra madre, de los médicos,  enfermeros y parteras que la asistieron. Más adelante el trabajo de nuestros padres, abuelos, tíos, hermanos.

Crecer también nos da trabajo. El trabajo de aprender; comer, hablar, caminar, de pedir lo que necesitamos, de expresar lo que sentimos, de compartir con otros.

Por lo tanto la vida no existe sin el trabajo. Vida y trabajo están juntos del inicio al final. Sin trabajo no hay vida.

El trabajo es el que genera las posibilidades de cubrir nuestras necesidades básicas y de  que podamos seguir en este mundo  aprendiendo, cuidando de nosotros mismos y de los demás. El trabajo es esencial y todos los trabajos, sin excepción, son esenciales, todos son dignos y necesarios para que sigamos con nuestra vida.

El trabajo desde las constelaciones familiares está relacionado con padre y con cuánto pudimos tomar de su amor, lo hayamos  conocido o no.

EL padre junto a la madre dan la vida y, todo  lo que viene después es  posible gracias a que ellos dos estuvieron.

Bert Hellinger dice;  la madre  es la vida y el padre es el trabajo. Para generar vida los dos necesitan estar.

Creo que este es un momento de repensar sobre esta afirmación de que la vida está primero y que existen  trabajos esenciales y otros que no lo son. Insisto en que la vida sin trabajo no podría existir.

Si la vida sin trabajo no existe, cuál es el riesgo mayor al de anular el trabajo?

Una sociedad sin trabajo, que no lo respeta, que no le da un lugar preponderante, deja de honrar a sus padres, sus abuelos y todas las generaciones que a través del trabajo hicieron que la vida nos fuera posible.

En las Constelaciones Familiares trabajamos para honrar a nuestros padres para hacer algo grande con nuestra vida.

A través del orden logrado en una constelación  recuperamos la fuerza del trabajo para ser autosuficientes, independiente,  y entonces, dejar de necesitar de la ayuda de nuestros mayores o de un estado padre  que financie nuestra vida adulta.

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